El logo de una compañía es la
representación visual de todo lo que significa. En este
sentido, el logo perfecto es aquél que es capaz de
transmitir a nuestros clientes y proveedores nuestros valores, nuestra
cultura empresarial y cuál en nuestra visión de
futuro.
Crear un logo atractivo, por lo tanto, no es una tarea sencilla y
muchas empresas suelen delegar este trabajo en agencias de
comunicación especializadas. Sin embargo, si escasean los
recursos, podemos seguir estos consejos prácticos.
El logo de nuestra compañía es una parte
fundamental para crear la primera impresión con la que
nuestros potenciales clientes y partners perciben nuestra empresa. Un
buen logo puede aumentar la fidelidad de nuestros clientes, constituir
la base e nuestra imagen de marca y otorgarnos una imagen de seriedad y
profesionalidad en nuestro sector. Además, con un poco de
creatividad, nuestro emblema puede transmitir muchos de los valores
positivos de nuestra empresa.
Existen básicamente tres tipos o clases de logos. Un primer
grupo engloba aquellos en los que prima el texto sobre el resto de
elementos gráficos. Logos como el de IBM, Microsoft o Sony,
son básicamente tipográficos. Un segundo grupo de
logos se basa en ilustrar alguna de las características de
la empresa. Por ejemplo de un logo en el que veamos reflejado la
silueta de una casa poemos deducir que se trata de una inmobiliaria o
una constructora. Finalmente, un tercer grupo de logos, son
básicamente simbólicos y abstractos como, por
ejemplo, el de Nike.
Primeros pasos
Antes de empezar a diseñar nuestro logo, hemos de
articular
el mensaje que queremos transmitir. Para ello, podemos escribir una o
varias oraciones que ilustren nuestro eslogan o lo que es lo mismo
¿qué es lo que queremos transmitir a nuestros
clientes? ¿seriedad, confianza, innovación?
Nuestro logo cambiará radicalmente en función de
la idea que lo sustenta. Así que antes de
empezar…
Investiga cómo son los logos de tu competencia ¿Cómo son los logos de tus
competidores? ¿Tienden a ser conservadores y serios o
tienden a apostar por el diseño y la originalidad?
¿Cómo queremos diferenciarnos de lo que hacen los
demás?
Céntrate en el mensaje
Tal y como hemos afirmado anteriormente, hay que decidir
qué
es lo que queremos transmitir. Además, hemos de tener en
cuenta cuestiones como la seriedad y el peso de lo que queremos
transmitir, qué es lo que nos diferencia de nuestra
competencia, y cómo es la audiencia a la que nos dirigimos.
Estos son los factores principales que hay que tener en cuenta antes de
ponernos a diseñar.
Sencillo y funcional
Nuestro logo debe funcionar de igual forma en una tarjeta de
visita o
en el lateral de un camión. Un buen logo debe ser escalable,
fácil de reproducir, fácil de recordar y
diferenciado del resto. Los iconos funcionan mejor que las
fotografías, en las que se pueden perder muchos detalles si
se aumentan o se encogen de forma significativa. Además,
aunque sea un logo en color, hemos de asegurarnos que puede ser
reproducido en blanco y negro, de tal forma que pueda ser fotocopiado o
enviado por fax sin perder su significado.
El nombre de tu empresa afectará al resultado final
Si nuestra empresa de llama, por ejemplo “D.C
Joyeros” deberíamos utilizar una fuente
clásica, con serif que acentuase y estilizase la
tipografía. Por otro lado si nuestra empresa de llama
“Imprenta Ramírez” podemos optar por una
tipografía más gruesa, tendiendo hacia la negrita
característica de este tipo de empresas.
Utiliza tu logo para ilustrar tu mayor activo Los mejores logos son aquéllos que ilustran la
característica que les hace distintos al resto. Una
ilustración que no se basa en palabras sino una idea que
inmediatamente queda retenida en la mente del espectador. Por ejemplo,
muchos servicios de mensajería manipulan las letras o
añaden elementos visuales que sugieren velocidad, reforzando
de esta forma que su servicio exprés es el más
rápido. Un ejemplo en este sentido es el logo de Fedex, en
el que entre la “e” y la “x” se
dibuja una flecha que apunta hacia adelante.